Menopausia y bajo deseo sexual: cómo afecta el deseo femenino y qué puede ayudar

Menopausia y bajo deseo sexual: cómo afecta el deseo femenino y qué puede ayudar

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    ¿Ha notado cambios en su libido después de la menopausia? No está sola. Muchas mujeres experimentan menos deseo, menor excitación o incomodidad durante la intimidad. Esto suele ocurrir debido a una caída en hormonas como el estrógeno y la testosterona. Estas hormonas afectan desde la lubricación natural hasta el estado de ánimo y la sensibilidad. Por lo tanto, cuando disminuyen, el sexo puede empezar a sentirse diferente.

    Pero la menopausia no significa que su vida sexual haya terminado. Simplemente cambia. Aunque el cambio puede resultar frustrante, también es una oportunidad para comprender mejor su cuerpo y sus necesidades. El deseo no solo depende de las hormonas. También está relacionado con cómo se siente consigo misma, su relación y su mentalidad.

    En este artículo, exploraremos cómo la menopausia afecta el deseo sexual femenino. Explicaremos las razones detrás de estos cambios en términos sencillos. Además, cubriremos formas útiles y respaldadas por la investigación para mantenerse conectada y satisfecha.

    Si se pregunta si el sexo después de la menopausia aún puede ser placentero, la respuesta es sí. Solo necesita la información y el apoyo adecuados. Desglosemos el tema y le ayudaremos a comprender qué está sucediendo y qué puede hacer al respecto.

    Comprendiendo la Menopausia y los Cambios Hormonales

    La menopausia marca el fin de la menstruación. Se confirma cuando una mujer no ha tenido su período durante 12 meses. A menudo comienza en los 40 con la perimenopausia. Durante este tiempo, las hormonas cambian y los períodos se vuelven irregulares. La menopausia natural suele ocurrir alrededor de los 51 años y es seguida por la posmenopausia.

    Durante la perimenopausia, los niveles de estradiol cambian mucho. Para el último período, las mujeres tienen niveles altos de FSH y LH. El estrona reemplaza al estradiol como la forma principal de estrógeno. Los andrógenos también disminuyen, pero no tan bruscamente como el estrógeno. Estos cambios hormonales pueden traer muchos cambios físicos y emocionales.

    Estos cambios hormonales pueden afectar la función sexual. El estrógeno ayuda con la excitación al apoyar:

    • Apoyo a la sensación
    • Señales nerviosas
    • Flujo sanguíneo
    • Respuesta muscular

    Los estudios muestran que los niveles de estradiol están vinculados al deseo y la respuesta sexual durante la menopausia. Con menos estrógeno, las mujeres pueden sentir menos preparación física o placer durante la intimidad.

    Impacto Fisiológico de la Menopausia en la Función Sexual

    Los cambios físicos durante la menopausia pueden afectar el sexo. La atrofia vaginal es común. Ocurre cuando las paredes vaginales se adelgazan debido a la disminución del estrógeno. Esto puede hacer que el sexo sea doloroso o incómodo. Esto se llama dispareunia. La pérdida de humedad y elasticidad también puede reducir la excitación natural.

    El bajo nivel de estrógeno afecta más que solo los tejidos. También impacta los nervios. Puede retrasar la respuesta del clítoris y reducir el orgasmo. Muchas mujeres reportan tiempos más largos para alcanzar el clímax o sensaciones menos intensas durante la intimidad.

    El GSM, o síndrome genitourinario de la menopausia, afecta a muchas mujeres—entre el 27 % y el 84 %. Estos cambios pueden reducir los pensamientos sexuales y las experiencias satisfactorias. Pero la experiencia de cada mujer es diferente. La relación entre las hormonas y el deseo sexual es compleja. El contexto emocional y los cambios físicos a menudo se combinan para afectar el deseo.

    Factores Psicológicos y Emocionales

    Junto con los cambios físicos, la salud emocional y mental es importante. La depresión es común alrededor de la menopausia. Puede disminuir el deseo sexual y la satisfacción. Los cambios hormonales también pueden causar cambios de humor e irritabilidad.

    El sueño deficiente, el estrés y la ansiedad también son frecuentes. Todos estos pueden reducir el deseo. Las preocupaciones sobre la imagen corporal pueden aumentar con la edad y los cambios hormonales. Las mujeres pueden preocuparse por no sentirse excitadas, lo que también puede afectar a sus parejas. Algunas pueden alejarse de la intimidad por miedo al dolor o a la incomodidad.

    Sin embargo, algunas mujeres dicen que su deseo mejora después de la menopausia. Sin preocupaciones como el embarazo, pueden disfrutar más de la intimidad. Esto muestra cómo las opiniones personales y el contexto de vida moldean la salud sexual. Un sentido de libertad frente a las presiones de la fertilidad puede abrir un nuevo espacio emocional para la cercanía.

    Enfoques médicos para mejorar la libido

    Terapia de reemplazo hormonal (TRH)

    La THS sigue siendo una opción clave para tratar las preocupaciones sexuales en la menopausia. El estrógeno ayuda a restaurar la salud vaginal, la humedad y el flujo sanguíneo. Esto puede hacer que la intimidad física sea más cómoda y placentera.

    La testosterona puede ayudar cuando el estrógeno solo no es suficiente. NICE en el Reino Unido recomienda la testosterona para mujeres con bajo deseo cuando la THS no ayuda. Algunas investigaciones muestran que niveles más altos de testosterona pueden hacer que el estrógeno sea más efectivo. No sabemos completamente cómo funciona esto. Puede estar relacionado con cómo la testosterona afecta el cerebro y la motivación.

    Medicamentos no hormonales

    También hay opciones no hormonales. Algunas mujeres prefieren estas o no pueden tomar hormonas. Ospemifeno, un modulador selectivo de estrógenos, ayuda a aliviar los síntomas vaginales. Mejora todas las áreas de la función sexual en 12 semanas de tratamiento. Actúa sobre los tejidos vaginales sin afectar todo el cuerpo.

    Flibanserina es otra opción. Se ha demostrado que ayuda a mujeres postmenopáusicas aumentando el deseo y la satisfacción en ensayos. Actúa sobre los químicos cerebrales vinculados al deseo y ayuda a reequilibrarlos.

    Estilo de vida y enfoques alternativos

    Ejercicio y actividad física

    La actividad regular apoya la función sexual. Durante la menopausia, se vuelve aún más útil. Los estudios vinculan los entrenamientos frecuentes semanales con mejor lubricación y orgasmos. Un estudio mostró que las mujeres en la postmenopausia temprana que hacen más ejercicio tienen mayor deseo.

    El tipo de ejercicio también importa. Caminar muestra beneficios más fuertes que otros entrenamientos en algunas investigaciones. El entrenamiento de fuerza y el yoga también pueden apoyar un mejor estado de ánimo y confianza corporal. Mantenerse activo mejora los niveles de energía, lo que ayuda con la intimidad.

    Atención plena y enfoques psicológicos

    La TCC puede ayudar a abordar las preocupaciones sexuales durante la menopausia. La atención plena también puede aliviar el malestar sexual. Fomenta centrarse en el presente. Esto ayuda a reducir la preocupación durante el sexo y fortalece la confianza corporal. La atención plena también ayuda a las mujeres a reconectarse con las sensaciones físicas y la autoaceptación.

    Terapias complementarias

    La acupuntura, una práctica tradicional china, puede apoyar el deseo sexual. Aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a relajar el cuerpo. Los estudios muestran que cinco semanas de acupuntura pueden mejorar el deseo en mujeres premenopáusicas. También puede ayudar a equilibrar el estrés y apoyar los ritmos hormonales.

    El papel de la participación de la pareja y la dinámica de la relación

    La relación de una mujer y el apoyo de su pareja son muy importantes. Hablar abiertamente sobre necesidades, comodidad y cambios ayuda. Las parejas que brindan apoyo pueden aliviar el malestar y mejorar la satisfacción. Sentirse emocionalmente segura puede facilitar la cercanía física.

    La dinámica de la relación influye en cómo la menopausia afecta el sexo. Las parejas que exploran nuevas formas de conectar suelen mantenerse más unidas. Muestran más afecto y disfrutan de mayor intimidad. Pero las relaciones tensas o la falta de apoyo pueden empeorar los síntomas.

    La terapia para parejas o individuos puede ayudar. Fomenta la comprensión y acerca a las parejas durante esta etapa de la vida. Los terapeutas pueden guiar la comunicación y ayudar a abordar obstáculos tanto físicos como emocionales.

    El impacto de las actitudes sociales y culturales en la sexualidad durante la menopausia

    La forma en que la sociedad ve la menopausia también afecta la experiencia de las mujeres. En muchos lugares, la menopausia se percibe negativamente. Las mujeres pueden sentirse menos deseables o avergonzadas. Esto puede disminuir la confianza y el deseo. La presión cultural por lucir jóvenes puede aumentar el estrés.

    En contraste, las culturas que aceptan el envejecimiento presentan mejores resultados. Las mujeres en estas culturas se sienten más positivas respecto al sexo y sus cuerpos. La educación y la conversación abierta sobre la menopausia ayudan a romper mitos dañinos. Cuando las comunidades hablan abiertamente, las mujeres se sienten menos solas.

    Los grupos de apoyo también ofrecen consuelo. Ayudan a las mujeres a sentirse vistas y apoyadas mientras atraviesan cambios. Los foros en línea y los círculos presenciales brindan espacio para compartir historias y aprender unas de otras.

    Estrategias prácticas para mejorar el bienestar sexual durante la menopausia

    Hábitos simples pueden mejorar el bienestar sexual. Los humectantes y lubricantes alivian las molestias. Probar nuevas formas de conectar, como masajes o el uso de juguetes, puede mantener viva la intimidad. Estas opciones ayudan a mantener la cercanía incluso cuando el sexo tradicional es difícil.

    Cuidar el cuerpo también ayuda. El sueño, el control del estrés y una buena alimentación apoyan el deseo. Reservar tiempo para la cercanía también marca una gran diferencia. La intimidad no tiene que ser espontánea; puede ser planificada y significativa.

    La clave es mantenerse abierto. Ser flexible y enfocarse en el placer, no solo en el rendimiento, ayuda a las parejas a disfrutar del sexo incluso después de la menopausia. La curiosidad, la paciencia y el humor pueden ayudar a convertir este tiempo en una fase de redescubrimiento.

    Conclusión

    La menopausia trae muchos cambios a la salud sexual de una mujer. Pero no significa que la satisfacción tenga que terminar. Los cambios hormonales, los síntomas físicos, las emociones y las relaciones afectan el deseo. ¿La buena noticia? Hay muchas formas de manejarlo. Hemos analizado la terapia hormonal, medicamentos no hormonales, consejos de estilo de vida y apoyo emocional.

    Lo más importante es saber que estos cambios son normales y tratables. Con cuidado, una comunicación honesta y la mentalidad adecuada, las mujeres aún pueden disfrutar de una intimidad cercana y satisfactoria. Esta etapa no es el final. Con apoyo, puede ser un nuevo comienzo.